Las abejas son capaces de reordenar su entorno después de una catástrofe. La naturaleza inanimada (sin seres vivientes) no es capaz de enfrentarse y retardar el proceso entrópico. Los panales pueden ser destruidos y al cabo de un tiempo están reconstruidos y ordenados como inicialmente estaban. Todo esto puede llevar cierto tiempo y generar un grado más de entropía y el equilibrio final.

En los sistemas complejos se hace referencia que el orden es una fuente que propicia el caos y muchas veces los estados de desorden tienden hacia el orden.
El tema principal de la obra aborda el caos generado dentro del orden y el orden que se genera dentro del caos, destacando cómo estos mismos pueden ser generados a partir de la participación activa de una persona en un sistema social.

La obra está inspirada en el sistema biosocial que tienen las abejas, enfocándose principalmente en el sonido que producen al realizar sus actividades en el panal. La obra pretende hacer reflexionar al espectador sobre su función en un sistema social del que forma parte y cómo su participación activa es fundamental para cambios radicales.

A través de la pieza,  se busca que el interactor sea capaz de comprender el efecto de su participación a partir de su desplazamiento por el espacio y su coexistencia con los demás interactores, formando un pequeño sistema y modificándolo.